miércoles, 9 de octubre de 2019

LA CIENCIA DEL SWARA YOGA por Harish Johari

El organismo humano funciona gracias a una red especializada, conocida por la medicina como nervios, venas y arterias. Los nervios hacen posible que el ser humano actúe y reaccione ante el ambiente. Nosotros usamos el término nadi para referirnos a los nervios más finos del organismo. El sistema nervioso autónomo recorre toda la maquinaria interior del cuerpo por medio de la ramas simpática y parasimpática. Todos los nervios y nadis conforman una red alrededor de cada célula, fibra, tejido, hueso, etc., a fin de que el organismo sea consciente de su en torno y de sí mismo. Tan pronto como el flujo de energía de cada nadi y nervio funciona al ritmo apropiado dentro de una zona en particular, la vida comienza.
Cuando se bloquean los nadis, el órgano conectado con los mismos se queda sin vida y como resultado el organismo desarrolla varias enfermedades.


yogis practicando pranayama

Los órganos funcionan a la manera de una fábrica que produce energía que se convierte en conciencia. La corteza cerebral recibe señales neuromotoras de los órganos internos en forma de impulsos eléctricos que después se interpretan y se convierten en conciencia. Estas señales neuromotoras por sí mismas tienen la forma de energía electromagnética y electroquímica. El proceso de “fabricación” continúa mientras se respira, excepto durante la respiración de yoga en la que el proceso se mantiene sin necesidad de la respiración ordinaria. En el instante en que cesa la respiración el organismo muere.

La respiración es la clave de la vida, ya que conecta el cuerpo con la conciencia y la materia con la mente. Su presencia es la vida, su ausencia, la muerte. La respiración es el prana, pero el proceso de respirar es una acción neuromotora en sí, puesto que la inhalación y exhalación se hacen con la ayuda de los nervios. Esta acción es producida por el pulso de la vida. Se necesita acción para toda división celular. Según la filosofía hindú, esta acción existe dentro del propio centro del organismo como una función del elemento Viento. Pulsación, contracción, expansión y respiración son acciones inherentes al esperma y al óvulo. Es este latido o pulsación inherente lo que mantiene al organismo antes de que suceda el primer aliento. Incluso cuando los orificios no operan y los pulmones duermen, el líquido amniótico, inundado de iones pránicos de la madre, fluye hacia los pulmones a través del cordón umbilical realizando las funciones de prana dentro del vientre. Después de la fertilización comienza el crecimiento, se proporciona la fuerza pránica necesaria para este crecimiento en el interior del vientre en donde el organismo está perfectamente sellado y nutrido por los fluidos vitales. Después del parto, lo primero que regula toda actividad corporal es la respiración, la expansión de los pulmones y la apertura de los orificios nasales. Los pulmones comienzan a operar con el primer llanto del bebé: éste es el punto de partida de la vida individual y del ciclo nasal.

La respiración es la contraparte física del pensamiento. La mente utiliza la corteza cerebral y los dos hemisferios como herramientas. Estos dos hemisferios están coordinados con todo el organismo mediante las respuestas neuromotoras. Todas las actividades neuromotoras, todas las funciones sensoriales y motoras del cuerpo se realizan con la ayuda de la respiración. Por lo tanto, la respiración es la acción de la mente ya que proporciona la fuerza pránica al organismo. Dicha fuerza, que trabaja como el elemento Aire, crea movimiento, pulso, vibraciones y vida. La palabra “espíritu” viene del latín spiritus, que significa literalmente respirar.

La mente y la conciencia son términos abstractos, mientras que la respiración es una realidad fisiológica. El estudio de la conciencia comienza con el estudio de la ciencia de la respiración. La respiración induce al movimiento. Respirar es de por sí una actividad neuromotora. La ciencia que controla el prana se conoce como pranayama, una rama del Hatha Yoga. El término yoga, que literalmente significa unión, se refiere a una disciplina, a una forma de desarrollar las facultades superiores de la mente. El yoga tiene muchos caminos, pero en esencia todos aspiran a lo mismo: la unión del alma con Dios. Físicamente esto significa la unión del cerebro inferior con el superior. La facultad humana del pensamiento abstracto y su aspiración a un ideal superior de vida (situado en la corteza cerebral) suelen entrar en conflicto con la naturaleza animal (ubicada en el cerebro inferior). Gracias al yoga, el ser humano puede aprender a gobernar el cerebro inferior y perseguir ideales más altos, que le permitan actuar de acuerdo con la ley del bien universal. Mientras la naturaleza animal hace al hombre hedonista y egoísta, el entrenamiento del yoga lo hace generoso. 

Todas las disciplinas del yoga establecen con claridad que existe una relación directa entre el prana y la mente, y que controlando o manejando el prana se puede gobernar la mente. Según el Yoga Kundalyupanishad, la respiración crea imágenes en la mente; controlando el proceso de la respiración mediante el pranayama la respiración se vuelve calmada, no hay imágenes que disturben la mente y se detiene el diálogo interno. El Dr. David Shannahoff-Khalsa, del Instituto Salk para los Estudios Biológicos de San Diego, opina: “La nariz es un instrumento que sirve para alterar la actividad cortical”. Si se detiene el prana se detendrán las modificaciones mentales y el yogui podrá llegar a la gloria (samadhi). El prana no se refiere sólo al flujo de oxígeno hacia el organismo sino a todos los componentes de la fuerza vital. El prana es la fuerza que sostiene a todos los organismos vivos. La energía pránica se puede adquirir mediante iones negativos, oxígeno, ozono y radiación solar, pero para los seres humanos la fuente principal es la respiración.

El Swara Yoga es la ciencia de la respiración nasal. Ha sido denominada la “antigua tecnología del pensamiento”. La ciencia del Swara Yoga, que no forma parte del Hatha Yoga o de otras clases de yoga, trata por una lado de la relación entre la respiración nasal y los nervios, y por otro de los ciclos de la Luna y los elementos. Estudia los ciclos nasales, la naturaleza del flujo respiratorio respecto a los orificios derecho e izquierdo de la nariz. Las enseñanzas del Swara Yoga permiten sincronizar la respiración y la vida con el ritmo universal de la Luna. Esta armonía evita el esfuerzo y la tensión de las actividades diarias y trae buena suerte.

A los fundadores del Swara Yoga no les era familiar el conocimiento de los hemisferios cerebrales, pero trabajaban gracias al principio de la bipolaridad: el lado derecho del cuerpo sería el ser masculino, el principio solar, o Shiva, y el lado izquierdo sería lo femenino, el principio lunar, o Shakti. Dada su profundización en la conducta humana fueron capaces de determinar cuáles actividades estaban en armonía con el dominio nasal derecho y cuáles con el izquierdo. Gracias a la observación del efecto directo de la Luna sobre la respiración, descubrieron la ciencia sagrada de vivir correctamente. Este libro ofrece algunos métodos para determinar el predominio de los orificios derecho e izquierdo de la nariz y para la sincronización del orificio dominante según las actividades específicas de la vida diaria.

“La implicación de esta tecnología es que no somos víctimas indefensas de un estado emocional. Si se desea alterar un estado emocional desagradable —dice el Dr. Shannahoff-Khalsa—, tan sólo hay que respirar a través del orificio más congestionado.”

Al alterar el flujo de la respiración nasal se va cambiando gradualmente la  química del organismo y así los estados emocionales y físicos desagradables desaparecen lentamente.

El Swara Yoga puede enseñar a los seres humanos la manera precisa de vivir en paz, como maestros de su propia mente y su cuerpo; puede capacitarlos para volverse verdaderos instrumentos de la conciencia.

miércoles, 2 de octubre de 2019

YOGA VÉDICO, LA FORMA MÁS ANTIGUA DE YOGA por Pandit Vamadeva Shastri

Yoga védico

El yoga védico es la forma más antigua de yoga que se remonta al Rig Veda, que es quizás el libro más antiguo del mundo. Es el texto sánscrito más antiguo y la obra más antigua en cualquier idioma indoeuropeo. Según el gran Yogi Sri Yukteswar, guru de Paramahansa Yogananda, las enseñanzas védicas se remontan a Satya Yuga o Edad de Oro hace más de diez mil años.

Según el punto de vista védico, la humanidad era una en el lenguaje y la religión durante la Edad de Oro. Los seres humanos poseían un contacto innato con el Ser Divino interno y también tenían poderes telepáticos y memorias fotográficas. Esto hizo innecesarios los libros y otros medios. Tampoco se requerían instituciones religiosas y tampoco se necesitaba tecnología. La vida humana se gastó en sadhana o en la práctica espiritual y la conciencia humana se movió libremente a través de los dominios de la conciencia cósmica, permaneciendo en armonía con la naturaleza y el Espíritu.

Al final de la Edad de Oro, la inteligencia espiritual humana comenzó a declinar. Las diferencias en el lenguaje junto con el crecimiento del ego provocaron un aumento de la ignorancia y la división entre las personas. En este momento, la enseñanza védica se compiló por primera vez en una tradición oral para preservar el conocimiento espiritual desarrollado en la Edad de Oro.

El yoga védico fue creado por numerosos videntes védicos de las familias Angiras y Bhrigu, de los cuales los más importantes son los siete grandes videntes Vasishta, Vamadeva, Bharadvaja, Gritsamada, Vishwamitra, Kanwa y Atri. A través de la visión de los Rishis, los Vedas establecen todos los principales caminos espirituales posibles para la humanidad. Los Vedas contienen una clave integral para la evolución cósmica, así como para el desarrollo espiritual humano, que devela todas las leyes del universo.

El lenguaje védico emplea poderosos mantras para exponer esta enseñanza que tiene diferentes niveles de significado y aplicación. En este sentido, el lenguaje védico tiene una profundidad y una dimensión que los lenguajes modernos, productos de la mente externa y el ego, no pueden abordar. Los mantras védicos reflejan el patrón de la ley cósmica y el modelo de inteligencia cósmica, a través del cual todo lo que existe puede ser comprendido en la conciencia más íntima. Los mantras védicos contienen los prototipos de todo el conocimiento y todos los poderes de la creación. Sin embargo, entenderlos y usarlos correctamente requiere una visión especial. Los mantras védicos no pueden ser captados por el intelecto ordinario, razón por la cual las interpretaciones académicas de los Vedas son casi inútiles y generan muchas distorsiones.

Tres tipos básicos de yoga védico

El Yoga Védico básico es triple y tiene varias correspondencias importantes: 

Mantra Yoga - Discurso - Rig Veda - Tierra 
Prana Yoga - Prana - Yajur Veda - Atmósfera 
Dhyana Yoga - Mente - Sama Veda - Cielo

Estado de vigilia - Agni o fuego - Brahma, creador 
Sueño - Indra o Rayo - Shiva, Transformador 
Sueño profundo - Surya o el sol - Vishnu, conservador

Mantra Yoga implica desarrollar Mantra Shakti, el poder del mantra, a través del cual el mantra cobra vida como una herramienta de transformación en la mente. De aquí surge el Mantra Sphota, la percepción mántrica, a través de la cual se puede comprender el significado interno del mantra, que nos une con las leyes divinas. Esto nos permite entender todas las formas en el universo como manifestaciones de la Palabra Divina, la vibración creativa OM. Esta fuerza mántrica pone en movimiento todas las demás energías internas, no solo en un nivel interno, sino que también puede proporcionar dominio sobre todas las fuerzas de la naturaleza.

Prana Yoga implica el desarrollo de Prana o Vidyut Shakti (fuerza luminosa o eléctrica), y la percepción pránica (percepción luminosa). Esto nos permite trabajar con nuestra energía vital como una manifestación de la energía de la conciencia. El mantra se convierte en Prana, ya que el Prana (respiración) en sí mismo es un sonido no manifiesto. Este Prana proporciona el ímpetu y la vitalidad para las transformaciones internas.

El Dhyana Yoga, o el Yoga de la meditación, implica el desarrollo de Buddhi o inteligencia despierta, llamada Dhi en los Vedas, y su poder de percepción de la verdad. Esto nos permite entender el universo y el ser humano como desarrollos integrales de la Inteligencia Cósmica. Esta inteligencia superior surge a través de la energización del habla y el prana y aporta un extraordinario poder transformador al nivel más profundo de la mente. En Dhyana Yoga, la luz de la verdad inunda la mente y llegamos a conocer la naturaleza unitaria de toda realidad.

Los Tres Yogas se relacionan con nuestras tres facultades básicas de habla, Prana e inteligencia dominadas por la mente (Buddhi-predominante Manas). Estas no son solo nuestras facultades ordinarias, sino también nuestra capacidad para desarrollar la Palabra Divina, la Vida Divina y la Mente Divina dentro de nosotros. Se relacionan con los tres cuerpos, el físico, el astral (pránico) y el causal (alma o mente más profunda).

Los Tres Vedas corresponden a estos tres Yogas. El Rig Veda, el Veda del mantra, establece los mantras o semillas básicas del conocimiento cósmico. El Yajur Veda, el Veda del sacrificio, muestra su aplicación a través del ritual, que es tanto externo como interno (yóguico). El ritual interno es el pranayama. El Sama Veda, los Vedas de la unificación, muestra su realización a través del éxtasis y la percepción.

Las tres principales Deidades védicas o Devatas corresponden a los tres tipos de luz. Agni es fuego, que es calor o luz termogénica que quema toda negatividad y reformula nuestra naturaleza en un nivel superior. Indra es un rayo, que es energía luminosa o fuerza eléctrica a través de la cual podemos ascender y movernos en un nivel superior de ser. Surya es el Sol, que es luz pura o fuerza magnética que nos empuja hacia el infinito omnipresente.

Estas tres fuerzas operan en nuestros tres estados de vigilia, sueño y sueño profundo, y pueden transformarlos en estados de vigilia o percepción divina, sueño divino o creación, y descanso divino o paz. Estos son los tres mundos de la Tierra, la Atmósfera y el Cielo, no como realidades externas sino internas, a través de las cuales podemos captar todos los mundos como formaciones de nuestra propia mente.
Yoga Védico y Yoga Clásico

El triple Yoga védico es un poco diferente del clásico octavo o Raja Yoga enseñado por Patanjali en los Yoga Sutras. En el Yoga Védico, los yamas y niyamas, las observancias y restricciones que constituyen los dos primeros miembros del Raja Yoga, son parte de la base Dhármica de la vida Védica. Esto significa vivir de acuerdo con nuestra naturaleza superior y mantener nuestra naturaleza inferior controlada a través de los valores correctos, el esfuerzo correcto y la dieta adecuada. Asanas o posturas de yoga, que es principalmente una postura cómoda para sentarse, no es un miembro separado del Yoga Védico.

El Mantra y Prana Yoga Vèdico incluye Pranayama, control de Prana, y Pratyahara, control de los sentidos, del sistema de Raja Yoga. Pranayama consiste en desarrollar energía pránica, mientras que Pratyahara consiste en retirarla de los sentidos y los órganos motores. El mantra nos permite dirigir tanto el prana como la mente. Dhyana Yoga incluye Dharana, Dhyana y Samadhi, concentración, meditación y realización de Raja Yoga, que son los tres aspectos de la fusión de la mente con el Ser Divino.

 arte: Manivelu

Mantra Yoga

El Yoga Védico comienza con el mantra como base, utilizando mantras de los Vedas, particularmente los del Rig Veda. Estos mantras son también de tres tipos:

1. Nombre Mantras - Nombres de las Deidades como Indra, Agni, Soma y Surya. Estos son principalmente parte del Yoga de la devoción o Bhakti Yoga. Deidades como Shiva, Vishnu y la Diosa pueden usarse de la misma manera, como en mantras como OM NAMAH SHIVAYA.

2. Bija o Seed Mantrassonidos de raíz de términos védicos clave como OM, AIM, HUM, HRIM, KRIM, SHRIM. Estos deben ser cantados en silencio junto con la respiración y también son parte de Prana Yoga. Unen la mente y Prana, transformando patrones inconscientes y apegos en nuevos poderes de atención.

3. Suktas - Mantras extendidos y oraciones como Gayatri mantra (Tat Savitur vareniyam bhargo devasya dhimahi dhiyo yo nah prachodayat). Estos deben meditarse y forman parte del Dhyana Yoga. Comprometen a toda nuestra conciencia en la luz superior y de manera integral.

Estos mantras generalmente se dan a través de iniciaciones especiales o empoderamientos, que constituyen el fundamento de la práctica védica. La práctica del yoga védico comienza con mantras védicos. Esto requiere un discurso despierto y contacto con la Palabra Divina. Esto, a su vez, requiere que nuestra alma, la parte inmortal de nuestra conciencia individualizada, que es una forma de Agni, la llama interior, se manifieste. El estudiante repite varios Bija Mantras, Nama Mantras y Suktas según su estado de conciencia y acercamiento a la Divinidad. El mantra de Bija más común es OM. El Sukta más común es Gayatri Mantra.

Prana Yoga

El Prana Yoga Vèdico incluye todos los tipos de técnicas de yoga que incluyen Prana, incluidas diferentes formas de Pranayama. Incluye una observación y dominio de los cinco principales Pranas, los sentidos y los órganos motores. Conduce al despertar de Prana interno y Kundalini Shakti, que es una forma interna de energía eléctrica. Para que esto ocurra, uno debe aprender a ofrecer los diferentes aspectos de su ser, particularmente su Prana, como un sacrificio a la Deidad residente. Prana Yoga requiere el desarrollo de Ojas (poder vital) y la renuncia a los placeres sensoriales para alimentarlo. El Prana Yoga Védico es de varios tipos.

1. Mantra - Prana Yogaen este Yoga los mantras se repiten junto con la respiración, especialmente los Bija Mantras, pero también se pueden utilizar los Mantras de nombre y los Mantras extendidos (Suktas). En el entendimiento védico, Prana es un discurso inmanifestado. Así que Mantra Yoga ya es una forma de Prana Yoga.

2. Prana Yoga Purose trabaja directamente con la fuerza de Prana, no solo como la respiración sino como nuestra voluntad y motivación básicas. Uno trabaja para llevar el Prana de los chakras inferiores a los superiores, desarrollando el poder de la voluntad mediante la entrega al descenso de la gracia divina.

3. Dhyana - Prana Yogaen este Yoga uno medita sobre el Prana en la forma de la deidad védica Indra o el poder de la percepción. Se pueden usar otras deidades de Prana a este respecto, incluso Shiva y Kali. En la visión védica, la mente es Prana inmanifiesto o sutil. A través de Prana, uno puede controlar la energía de la mente y despertar su poder de rayo de percepción directa.

Para Prana Yoga, el poder de Indra o Prana Divino debe ser despertado. Esto requiere una vitalidad despierta y una visión enérgica. Esto ocurre a través del descenso de la gracia divina y el poder en el alma. Uno debe ponerse en contacto con Dios o con el creador divino interno. El estudiante realiza varios tipos de Pranayama usando la respiración junto con los mantras aprendidos, conectándose más profundamente con las Deidades como formas de energía cósmica. El Kriya Yoga enseñado por Paramahansa Yogananda es una de esas prácticas.

Dhyana Yoga 

La meditación védica incluye meditación sobre el mantra, Prana y las Deidades (Devatas). En última instancia, conduce a la meditación sobre el Sí mismo. Este yoga de meditación también es de varios tipos:

1. Dhyana Devata Yogaen este yoga, uno medita sobre las diversas Devatas o Deidades de los Vedas y su significado interno como poderes de la luz de la conciencia, como Indra, Agni, Soma y Surya. Esto requiere trabajar con luz y energía en un nivel sutil.

2. Atma Dhyana Yogaen este Yoga uno medita sobre el Ser interno. Es de tres tipos: 
a) auto-indagación 
b) La observación de sí 
c) mantras átmico

La auto-indagación (Atma vichara) implica rastrear la fuente del pensamiento Yo hasta su origen en el corazón espiritual (hridaya). En la visión védica, esto está rastreando nuestra llama interior, el alma o Jiva, Agni, de regreso a su hogar original y el nacimiento más alto en el corazón. Esta es una práctica de vigilia constante a través de la cual nos hacemos conscientes en los tres estados de vigilia, sueño y sueño profundo.

La autoobservación implica contactar la luz solar de la conciencia y dejar que esto ilumine sin esfuerzo todos los estados mentales, a través del poder de la inteligencia iluminada (Dhi o Buddhi). Consiste en tomar la actitud de un testigo (sakshi-bhava) en todo lo que hacemos.

Los mantras atmicos incluyen grandes declaraciones védicas como "Yo soy Dios", Aham Brahmasmi, que deben meditarse en la expansión de la mente quiescente. Son útiles sólo para un alto nivel de discípulo. Sin una auto purificación preliminar tienen poco poder. Deben hacerse no con el habla o la mente ordinaria, sino con el nivel más alto de habla, que habla en el nivel del Ser Divino.

Para Dhyana Yoga, la expansión del Sol o la conciencia de la verdad debe ser creada. Uno debe contactar al Ser Divino o Paramatman dentro del corazón. El estudiante medita sobre los mantras energizados de Prana y los usa para moverse hacia estados más profundos de conciencia.

El espacio de la luz y la luz del espacio deben abrirse para que esta realización proceda.

Samadhi Yoga: El último yoga

Todos los tres Yogas Védicos conducen a Samadhi o al estado de absorción con la Divinidad residente. Este Samadhi Yoga está simbolizado por Soma, que es el Ananda o Amrita, la dicha o el néctar de la inmortalidad. Dejar que el flujo de energía Soma o Bliss sea la base de esto, quizás la más alta de los Yogas Védicos. Esto requiere una apertura de todos los nadis o canales del cuerpo sutil, a través de los cuales puede fluir el Amrita o Soma. Esto a su vez requiere el desarrollo adecuado de los tres Yogas védicos.
Yoga Integral Védico

Estos cuatro yogas védicos forman juntos un Yoga Integral. Culminan en uno completo o Purna Yoga. En general, el Purna Yoga se relaciona con Indra y con Prana, pero en el sentido ampliado como la energía de la conciencia y la percepción en todos los niveles. Sin embargo, también hay un Purna Yoga de Agni llamado Vaishvanara Vidya (conocimiento de la Persona Cósmica), que procede a través de la auto-indagación. De manera similar, existe un Purna Yoga del Sol, particularmente en la forma de Vishnu o Savitar.

En este Purna Yoga, el segundo mundo o la Atmósfera se convierte en el mundo entero o el Océano Cósmico, el océano del corazón como el cuarto mundo. Este océano es el espacio y sus olas son los arcos. En el espacio dentro del corazón está contenido todo el universo y el Ser Supremo más allá de toda manifestación. Esto conduce a una formulación ligeramente diferente del triple Yoga Védico.

Mantra Yoga - Tierra - Cuerpo - Madre 
Dhyana Yoga - Cielo - Cabeza (Mente) - Padre 
Samadhi Yoga - Aguas - Corazón (Alma) - Niño

La forma principal de Purna Yoga es la meditación en el corazón, que consiste en rastrear el origen del habla, el Prana y la mente hasta el Ser en el corazón, que es la práctica principal de la Auto-indagación. Esta búsqueda se llama gaveshana o anveshana en textos védicos. No se hace simplemente repitiendo "¿Quién soy yo?", Sino que requiere control mántrico y meditativo del habla, el prana y la mente y un examen de todos sus movimientos en todos los estados de conciencia como poderes del Atman.

El yoga védico es vasto y tiene muchos lados. Sólo hemos esbozado algunos de sus rasgos característicos. Tiene enseñanzas que son apropiadas para cada individuo y su nivel de desarrollo. Por lo tanto, no tiene enseñanza en masa o instrucción estandarizada. Cada individuo debe ser tratado de manera diferente.


Texto: Pandit Vamadeva Shastri - Fuente: American Institute of Vedic Studies - Traducido al español por Maximiliano A. Pellotta. 

martes, 1 de octubre de 2019

ESCUCHA TU RESPIRACIÓN por A.G. Mohan & Dr. Ganesh Mohan

El esfuerzo de respirar es la esencia de la vida. Cuando la respiración cambia, hay efectos inmediatos en todos los niveles del cuerpo y la mente. El antiguo hatha yoga muestra a las asanas como el camino para cambiar y controlar la experiencia interna de la respiración; no está destinado a ser solo ejercicio o una postura del cuerpo. Para lograr esto, debemos conectarnos a nuestra respiración y desarrollar habilidades de respiración en la propia asana. Entonces podemos profundizarlos en pranayama. Este es un factor clave en el camino del yoga que no siempre se enfatiza lo suficiente en el yoga moderno: la coordinación del cuerpo y la respiración en un camino estructurado.

Respirar bien para una buena salud necesita mayor habilidad y sutileza que trabajar con el cuerpo. ¡La respiración no es tan obvia como dicen las caderas o los isquiotibiales en su movimiento! Es más fácil ver y sentir el cuerpo que la respiración. Además, la respiración es principalmente involuntaria. Solo tenemos control parcial sobre la respiración. En otras palabras, tenemos control sobre muchos de nuestros movimientos de formas complejas, mientras que la respiración se ocupa principalmente de sí misma. Sin embargo, en la vida moderna, nuestros patrones de respiración natural a menudo no son saludables, debido al estrés agudo, la mala postura y el estilo de vida errático.

Hay un camino para trabajar con la respiración de manera inteligente, guiado por el conocimiento y la sabiduría del yoga. La primera habilidad para trabajar con la respiración es aprender a observarla o sentirla. Este es un proceso continuo en el que observamos la respiración de diferentes maneras: en diversas áreas del cuerpo, durante la inhalación y la exhalación y las pausas, y nos mantenemos en contacto con las sensaciones de la respiración durante el día.

Como siguiente paso, tratamos de dejar que nuestra respiración se vuelva más suave y fácil. Si no podemos sentir bien la respiración, o la respiración es forzada, las prácticas de respiración no conducirán a una buena salud. Luego debemos abordar los diferentes patrones de respiración, por ejemplo, respirar en el abdomen, las costillas inferiores, la parte superior del pecho, la espalda y las combinaciones de estas áreas.

A medida que trabajamos en estos parámetros, también podemos observar la inhalación, la exhalación y las pausas, y gradualmente comenzar a alargar la respiración. La capacidad de respirar por mucho tiempo es importante para la buena salud de múltiples maneras y también nos lleva a la capacidad de suspender la respiración. Suspender o pausar la respiración ofrece los beneficios psicológicos de aportar quietud al cuerpo y a la mente, y también beneficios para la salud física del cuerpo.

Luego, en el yoga clásico, progresamos a hacer los bandhas en las asanas apropiadas, por ejemplo, pose de puente, tadaga mudra, perro hacia abajo, inversiones y más. También aprendemos simultáneamente las técnicas importantes de pranayama como nadishodhana y sheethali. Con el tiempo, también podemos combinar los bandhas en pranayama.

A medida que avanzamos en este camino, siempre mantenemos nuestra atención en profundizar la habilidad de sentir la respiración y observar el esfuerzo de la respiración. Gradualmente, esto nos llevará a sentir nuestro cuerpo interno o sutil a través de la experiencia de la respiración; esto se describe en los antiguos textos de yoga utilizando el sistema de prana, nadis, chakras y más.

También hay profundos beneficios para la salud en cada paso de esta vía desde el ángulo médico moderno: la eficiencia de la respiración y el equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono, la activación parasimpática y la teoría polivagal, la reducción del estrés, el estado de ánimo y el equilibrio energético y más.

Como advierte el texto clásico de yoga, Hatha Yoga Pradipika, es importante controlar la respiración lentamente, ya que forzarla puede crear muchos problemas de salud. Al igual que con todas las prácticas de autocuidado y bienestar, la paciencia, la sabiduría y la orientación son invaluables.


Fuente: The Hindu
Traducción al español por Maximiliano A. Pellotta