martes, 11 de enero de 2022

HATHA YOGA por James Mallinson

Hatha-yoga es un término sánscrito usado en textos indios desde aproximadamente el siglo XII d.C. en adelante, para denotar un tipo de yoga en el que predominan las prácticas físicas. Entre los siglos XIV y XVIII, el hatha-yoga fue asimilado gradualmente por varias tradiciones religiosas indias dominantes. Los métodos de hatha-yoga son la fuente de gran parte del yoga que se practica hoy en día en todo el mundo.


El término hatha-yoga, que puede traducirse como «yoga por medio de la fuerza», aparece por primera vez en las obras de Vajrayāna (budista tántrico) del siglo VIII d.C., en las que se refiere a un método no especificado para prevenir la eyaculación durante el ritual sexual. Aproximadamente en el siglo XII d. C., se compuso en Mangalore, en la costa suroeste de la India, un texto llamado Amaraughaprabodha, «El despertar en la tradición de los inmortales». Su autor, un erudito de la tradición Shaiva que llegó a ser conocida como la de los Nāths, utilizó el término hatha-yoga para referirse a uno de los cuatro métodos de yoga (los otros eran mantra, laya y rāja). El hatha-yoga de Amaraughaprabodha emplea tres técnicas para controlar la respiración y, por consiguiente, el semen, las cuales se enseñan primero en la obra de Vajrayāna del siglo XI llamada Amritasiddhi, «El fruto de la inmortalidad» (la cual no utiliza el término hatha-yoga para denotar sus prácticas). El Amritasiddhi rechaza el ritual sexual de la corriente principal de Vajrayāna y enseña un yoga para ascetas masculinos célibes. Esta orientación se mantiene a lo largo del corpus del hatha-yoga subsiguiente, cuya audiencia principal fueron los ascetas masculinos célibes. Algunos textos hacen alguna concesión para que los cabezas de familia y las mujeres lo practiquen, pero la documentación histórica disponible indica que sólo un pequeño número de hombres de alto estatus y ninguna mujer lo hicieron antes de la era moderna.

Durante los siglos siguientes, una amplia gama de tradiciones monásticas hindúes produjo textos sobre la práctica del yoga físico. Estas diferentes tradiciones tenían diferentes creencias filosóficas y teológicas y, por lo tanto, no existe una única filosofía o teología del hatha-yoga. No todos estos textos usaban el término hatha-yoga, cuyas connotaciones de fuerza eran indeseables para algunos. El siguiente texto tras el Amaraughaprabodha en enseñar un hatha-yoga denominado así, es el Dattātreyayogashāstra del siglo XIII, «El tratado de yoga de Dattātreya», una obra vaishnava que enseña el cuádruple sistema de yoga que se encuentra en el Amaraughaprabodha. Se dice que el hatha-yoga que enseña el Dattātreyayogaśāstra es una alternativa al yoga óctuple más conocido del Yogashāstra, «Tratado de Yoga», de Patañjali. Sus nueve técnicas, que se atribuyen al antiguo sabio Kapila, son métodos de manipulación de las energías vitales e incluyen las tres enseñadas en el Amritasiddhi y el Amaraughaprabodha, a las que se suman seis más. La Hathapradīpikā, «Luz sobre Hatha», del 1.400 d.C., el texto sánscrito más influyente sobre la práctica del yoga físico, amplía aún más el alcance del hatha-yoga. Sus enseñanzas, que se han extraído directamente de al menos veinte textos anteriores (incluidos el Amaraughaprabodha y el Dattātreyayogashāstra), añaden a los nueve del Dattātreyayogashāstra un método más de manipulación de las energías vitales (estos métodos se denominan colectivamente mudrās en la Hathapradīpikā). La Hathapradīpikā enseña otros tres componentes de la práctica de hatha-yoga: ocho técnicas de control de la respiración (kumbhakas), 15 posturas corporales (āsanas) y meditación en los sonidos internos que surgen durante la práctica (nādānusandhāna). Esta categorización de hatha-yoga se convirtió en su modelo en casi todos los textos posteriores sobre yoga.

La Hathapradīpikā enseña un paradigma de práctica yóguica que no se encuentra en textos anteriores que describen un hatha-yoga designado de tal modo, pero que se enseña en obras de la tradición Shaiva influyentes anteriores sobre yoga físico, como el Gorakshashataka, «Cien versos de Goraksha», y el Vivekamārtanda, «Sol de discernimiento». Este paradigma es el ascenso de la diosa Kundalinī por el canal central del cuerpo hasta unirse con Shiva en la cabeza. La Hathapradīpikā dice que todos las mudrās que enseña son para este propósito, incluso las que incorpora de obras anteriores que no mencionan a Kundalinī.

De las quince posturas (āsanas) que la Hathapradīpikā enseña como técnicas de hatha-yoga, siete son posiciones corporales complejas sin estar sentado. Algunas de ellas se enseñan en textos anteriores, pero la Hathapradīpikā es el primero en enseñarlos como parte del hatha-yoga. Se enseña que la práctica de āsana conduce a la estabilidad y flexibilidad del cuerpo y a la buena salud.

Los ocho kumbhakas de la Hathapradīpikā son diferentes formas de inspirar y espirar y, además de ser técnicas terapéuticas para curar los desequilibrios físicos, preparan al yogui para kevala-kumbhaka, «retención de la respiración», la capacidad de contener la respiración de forma deliberada durante tanto tiempo como uno quiera. Kevala-kumbhaka conduce al samādhi, el estado de absorción cognitiva que es el objetivo final del yoga.

El Nādānusandhāna, o concentración en los sonidos que surgen internamente durante la práctica del yoga, se dice de manera similar que conduce al rāja-yoga, «el yoga real», que se equipara con el samādhi.

Además de estos cuatro tipos de práctica que caracterizan al hatha-yoga, la Hathapradīpikā es el texto más antiguo disponible que enseña los shatkarmas o «seis técnicas», métodos terapéuticos para purificar el cuerpo, como lavar las fosas nasales con agua o realizarse un auto-enema.

Desde el siglo XV al XVIII prolifera un número de textos que enseñan hatha-yoga, así como una variedad de técnicas enseñadas. Un manual del siglo XVIII llamado Hathābhyāsapaddhati, «El Manual de práctica de Hatha», enseña 112 āsanas, incluidos movimientos dinámicos y posturas con cuerdas, y presagia algunos de los desarrollos en la práctica del yoga observados en el siglo XX.

En el transcurso del siglo XVII y principios del XVIII, se compusieron varios Yoga Upanishads» nuevos, muchos de los cuales se tomaron prestados al por mayor de manuales de hatha-yoga anteriores. La asimilación del hatha-yoga al hinduismo ortodoxo fue completa.

Hasta la década de 1990 había muy poco estudio académico centrado en la historia del hatha-yoga. Los últimos años han experimentado un aumento significativo. Nuevos estudios han demostrado que las narrativas presentadas por muchas escuelas de yoga y por los nacionalistas hindúes no se basan en hechos reales. A pesar de las afirmaciones de que sus técnicas se remontan a 5.000 años o más, no hay evidencia de los métodos distintivos del hatha-yoga, como posturas de equilibrio o inspiraciones y espiraciones complejas anteriores a 1.000 años, y no hay evidencia premoderna de las complejas secuencias de posturas vinculadas enseñadas como antiguas en muchas escuelas de yoga modernas. El Amritasiddhi, el primer texto en el que se codificaron los métodos del hatha-yoga, fue escrito por budistas.

Varias obras trascendentes sobre el hatha-yoga permanecen sin estudiar o sin editar. La Hathapradīpikā, por ejemplo, no se ha editado críticamente. Los estudiosos aún no han traducido muchos textos en idiomas como el marathi, kannada o telugu, los cuales contienen información importante sobre el desarrollo temprano del hatha-yoga. Trabajar en estos textos permitirá una comprensión más matizada de la historia del hatha-yoga.


Fuente: artículo original de James Mallinson publicado en "The Encyclopedia of Philosophy of Religion". Traducción al español por Javi Gobinde para "Blogging Gobinde". 

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