martes, 9 de febrero de 2021

PRANA por Srivatsa Ramaswami

Srivatsa Ramaswami
Por todos es bien sabido que Prana es energía vital. Prana es una palabra samasa, samasa significa compuesta. Es ANA con el prefijo PRA. Mi gurú descomponía esta palabra prakarshena anati gacchati iti pranah” que será el vigraha vakya. Aquello con un trabajo saludable, que avanza es el prana y se refiere a la energía vital y que incansablemente trabaja durante toda la vida. El prana se divide en cinco entidades específicas que realizan diferentes funciones para mantener la vida. Son prana, apana, vyana, udana y samana. Esta energía vital también se denomina mukhya prana o energía vital principal que se divide para realizar funciones variadas para mantener la vida. Para la vida de una persona, hay que absorber materia del mundo externo, y esa energía responsable de asimilar la materia del mundo externo para sobrevivir se llama prana. “Pra” aquí significa asimilar. Necesitamos comer comida, beber agua. El yogui come una vez al día para mantener la vida. Un bhogi come dos veces al día por placer, y el rogi o la persona que come varias veces al día enferma. También necesitamos agua del exterior. Bebemos agua unas seis veces al día. Necesitamos aire que inhalamos. Y según algunos textos, lo hacemos unas 21400 veces al día. Respiramos unas 15 veces por minuto. Todas estas funciones se consideran funciones de prana, pero la inspiración se considera la función principal, la función incesante de prana. Ana svase sice dhatupata, que ana significa respirar. De manera que prana se asocia a la respiración o la inspiración.

La siguiente prana se llama APANA, apa+ana. ¿qué es apa? Es desechar o mantener alejado. Al igual que necesitamos coger aire, agua y comida sólida, tenemos que eliminar productos de desecho del sistema, productos sólidos, líquidos y gaseosos. Y se dice que esta función la realiza apana. Defecamos una vez al día, orinamos seis veces al día, y espiramos unas 21400 veces al día. Entre prana y apana asimilan y eliminan el materia necesario para sobrevivir.

VYANA es vi+ana. El prefijo “vi” significa difundir o propagar, vyapaka. Es responsable de transmitir los nutrientes a través del complejo sistema de nadis por todas las células. Puede asociarse con el sistema circulatorio cuyo centro es el corazón. Vyana es la energía principal de rakta sanchara o la circulación sanguínea y que se concentra en el corazón.

También tenemos UDANA. Uda+ana. Uda o ut significa hacia arriba. Según algunos expertos udana propulsa nutrientes hacia la cabeza y hacía los órganos sensoriales en la cabeza. Sin embargo hay otra función de udana. Uda o ut aquí se usa en el sentido de algo superior o superintendente. El prana y el apana asociados con la inspiración y la espiración tienen que trabajar en tándem y se dice que udana controla que prana y apana actúen secuencialmente. Inspiramos unos 2 segundos y después hay una pausa momentánea y luego espiramos otro par de segundos, y este proceso continúa autónomamente. Al final de la vida se considera que udana es el que se detiene o deja el cuerpo. Cuando esto sucede la espiración no se detiene y la siguiente inspiración no comienza, por lo que el resultado es el final de la historia de la vida.

Luego tenemos SAMANA que es sama+ana. Sama significa equilibrar, armonizar o homogeneizar. Se dice que samana es la responsable de encender y mantener el fuego gástrico incandescente de forma que todas las diferentes comida que introducimos en el estómago o annakosa se digieran.

De modo que tenemos una energía vital realizando un numero de funciones para mantener la vida y cinco de ellas se consideran vitales. Podemos observar que todas estas funciones se realizan de manera involuntaria. Prana y apana trabajan constantemente, tanto si estamos despiertos, dormimos o soñando. Esto continúa tanto si mantenemos atención como si no. Vyana que es básicamente la función del corazón, que es un órgano que funciona de manera autónoma. Normalmente no es posible controlarlo a voluntad. De modo similar udana también es autónoma. Samana vayu se asocia con la digestión que también es involuntaria, que intenta digerir todos los trastos que le vertemos.

¿Para qué es útil toda esta información?

Al hatha yogui le interesa. El objetivo general del hatha yogui es integrar los cinco pranas en uno y en el momento de dejar el cuerpo, se dice que prana avanza por un nadi llamado Sushumna y perfora finalmente el cráneo, por la fontanela y se fusiona con el prana universal. Mientras que para el resto de las personas el prana abandona el cuerpo por otras salidas como los ojos, oídos o incluso el ano, y estas personas tendrán otro nacimiento ya que el prana abandona el cuerpo sutil y vuelve a nacer debido a la acumulación de karmas. Incluso si no estamos interesados en este objetivo final del hatha yogui, hatha yoga es especialmente pranayama, que poco a poco pone bajo control el prana autónomo. Todo empieza controlando el prana vayu a través del pranayama. Aunque el prana y el apana son autónomos también es susceptibles de controlarlos voluntariamente y ese procedimiento se denomina pranayama. Primero poniendo bajo control voluntario prana y apana, el hatha yogui es capaz de emplear numerosas prácticas corporales internas denominadas mudras para poco a poco poner bajo control los otros pranas como vyana, udana y samana. Habiendo puesto todos ellos bajo control voluntario el hatha yogui guía el prana unificado hacía el último viaje descrito anteriormente.

¿Qué hay de las personas corrientes como nosotros que están interesadas en Hatha yoga pero no piensan en el objetivo final? ¿Puede ayudarnos el hatha yoga a mantener buena salud física y mental? ¿cuáles son los procedimientos disponibles?

Con el pranayama y los mudras se puede regular las funciones de los cinco pranas de manera que realicen su trabajo sin trabas ni molestias. Mientras que las asanas ayudan a ejercitar la musculatura esquelética, el pranayama y los mudras ayudan a armonizar las funciones de los cinco prana y por lo tanto asegurar un funcionamiento saludable de los órganos internos vitales (kosas) como el hrudaya kosa (corazón), el svasa kosa (pulmón), garbha kosa (útero), mutra kosa (riñones), anna kosa (estómago) y mala kosa (intestino delgado). De hecho Sri Krishnamacharya afirma en su libro “El yoga rahasya de Nathamuni” que la salud de los seis koshas u órganos vitales internos se mantiene a través del pranayama.

El pranayama y los mudras van mano a mano. Los mudras no se pueden realizar efectivamente sin pranayama y el pranayama se hace más efectivo con bandas y mudras. Mientras que el Hatha yoga está lleno de pranayamas variados y los textos de hatha yoga los describen, los Yoga Sutras de Patanjali describen los parámetros asociados al pranayama.

Estos cinco pranas no están bajo control voluntario. La vida continúa, prana y apana ayudan a inspirar y espirar y udada supervisa esta vida dándole actividad. Samana también es independiente del control voluntario. Vyana también es autónoma. Sin embargo el yogui es capaz de poner bajo control los cinco pranas. Hay referencias sobre los siddhis conseguidos por la maestría y el dominio de estos pranas, como la maestría sobre samana y udana en los Yoga Sutras. A través de la práctica apropiada de asanas y especialmente del pranayama y los mudras, el yogui pone bajo su control voluntario todos estos pranas autónomos y así garantiza el nivel óptimo de funcionamiento de los órganos vitales. Esto es yoga, hatha yoga.



Fuente: artículo original de Srivatsa Ramaswami. Traducido al español por Óscar Montero.

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