jueves, 26 de junio de 2014

EL SISTEMA YOGA por Swami Krishnananda - part 6

PRANAYAMA O REGULACIÓN DE LA ENERGÍA VITAL 

Simultáneamente con la práctica de las asanas, debe hacerse un esfuerzo hacia la regulación del prana. Así, asana y pranayama van juntos. Hay una íntima relación entre la actividad del cuerpo físico y la del prana. El prana es la energía total que impregna todo el sistema físico y actúa como un medio entre el cuerpo y la mente. El prana es más sutil que el cuerpo, pero más pesado que la mente. El prana puede actuar, pero no puede pensar. El prana no es solamente la respiración. El proceso respiratorio -inhalación, exhalación y retención- por sí mismo no constituye el prana, sin embargo es una indicación de que el prana está actuando. No podemos ver el prana. No es un objeto físico. Mas podemos inferir su existencia por el proceso de respiración. El aire es tomado y expulsado por la acción particular del prana. Algunas personas sostienen que hay muchos pranas y otros piensan que es uno. El prana realmente es una sola energía, pero parece diverso cuando se observa desde sus diferentes funciones. Cuando exhalamos, el prana opera en una de sus formas funcionales. Cuando inspiramos, funciona el apana. El aliento entrante es el efecto de la actividad del apana. El centro del prana está en el corazón, el del apana, en el ano.

Existe una tercera clase de función llamada samana, la fuerza compensadora. Su centro es el ombligo. Digiere el alimento creando fuego en el cuerpo, y también compensa las restantes funciones del sistema. La cuarta función del prana se llama udana… Su sitio es en la garganta. Da lugar al habla y, cuando llega la muerte, separa el prana del cuerpo. La quinta función se llama vyana, una fuerza que impregna todo el cuerpo y mantiene la continuidad de la circulación de la sangre a través del sistema.
Esta quíntuple función del prana es su principal forma.

Pero también tiene muchas otras funciones, tales como eructar, abrir y cerrar los párpados, causar hambre, bostezar,y alimentar el cuerpo. Cuando el prana realiza esas cinco funciones secundarias, se les llama respectivamente, naga, kurma, krikara, devadatta y dhananjaya. La esencia del prana es actividad. El prana hace al corazón latir, funcionar los pulmones, y al estómago secretar jugos. De ahí que la respiración y el funcionamiento de los pulmones, solo cesan con la muerte. El prana nunca va a dormir, así como el corazón nunca deja de latir. El prana se considera como el vigilante del cuerpo.

El prana se caracteriza por la propiedad de rajas o impaciencia. Uno no lo puede mantener quieto, ni con esfuerzo. El cuerpo, cuya naturaleza es tamásica, se mueve por el rajas del prana. El prana incita los sentidos a la actividad. A causa de su naturaleza rajásica, no permite ni al cuerpo, ni a la mente, permanecer en paz.

Tal distracción definitivamente no es deseable. El yoga requiere estabilidad y fijeza en sattva. Así, que, algo debe hacerse con el prana, pues de otra manera, se convertiría en un obstáculo para la tranquilidad interna. El sistema yoga ha desarrollado una técnica por la cual el prana ayuda en la práctica del yoga. Esta se denomina pranayama. Como las asanas, los métodos del pranayama en el Hatha Yoga, son muchos.

Pero el yoga de meditación no requiere que uno practique muchas formas de pranayama. Así como hay un dhyana-asana, hay un método de pranayama por el cual purificar los nadis o canales nerviosos, y regular el prana. El prana tiene que ser purgado de toda la escoria de rajas y tamas.

El prana corre por varios canales del sistema corporal. Está intensamente ocupado. Sus agitadas funciones perturban la mente y no le permiten a esta concentrarse en nada. El rajas del prana también estimula los sentidos, e indirectamente el deseo. Cualquier intento por detener la actividad del prana, equivale a matar el cuerpo. Se deben emplear un medio cuidadoso para reducir su actividad, para que se mueva suavemente, en vez de hacerlo con tirones y sacudidas. Cuando corremos una gran distancia, subimos escaleras, o nos ponemos furiosos, el prana pierde su armonía y queda alterado. Está en tensión e inquieta a la persona. Así que el estudiante de yoga no debe participar en actividad física excesiva causante de fatiga. Firme debe ser la postura al estar sentado, libre de emociones, y lenta la práctica del pranayama. La respiración debe ser suave, de tal manera que no produzca ningún sonido. Uno no debe sentarse a practicar pranayama en condición mental infeliz, porque una mente apenada crea una respiración arítmica. No se debe practicar pranayama cuando uno tenga hambre, esté cansado o en un estado de perturbación emocional. Cuando
todo está en calma, entonces se puede empezar el pranayama. Hay que estar sentado en la postura dhyanasana.

En las primeras etapas de pranayama, no debe haber retención de la respiración, sino solo inhalación y exhalación profundas. El prana tiene que aceptar las condiciones que se le van a imponer, de aquí que se deba evitar cualquier intento por practicar la retención. La respiración rápida que hacemos diariamente debe sustituirse por una respiración lenta, y en lugar de la respiración superficial, se debe practicar gradualmente la respiración profunda. Mentes agitadas respiran con flujo desigual. Las penas ocultas son a propósito para perturbar el pranayama. Uno puede cumplir sus funciones, como ir a la oficina diariamente, y, sin embargo, tener la mente en calma. Pero otra persona puede no hacer nada, y estar muy nerviosa, acongojada y sumida en la tristeza. Se debe observar con cuidado, que la mente esté dócil para la práctica.

En la respiración para la salud, el pecho debe henchirse durante la inhalación. Sentimos alegría cuando respiramos con el pecho expandido al máximo. Para el mantenimiento de la buena salud, son esenciales inhalaciones profundas de aire fresco a diario. Es obligatorio estar al aire libre todos los días por no menos de dos horas. El pranayama es un método no solo de armonizar la respiración, sino también los sentidos y
la mente. Siéntese en un habitación bien ventilada, y respire profundo. Entonces exhale despacio. Esta práctica debe continuar por algún tiempo, por ejemplo, un mes. Después se puede comenzar el pranayama con respiraciones proporcionadas. La técnica de respiración que en yoga generalmente se denomina pranayama, se efectúa en dos etapas:

Exhale despacio y profundo. Tape la fosa nasal derecha con el dedo pulgar derecho. Inhale despacio por la fosa nasal izquierda. Tape la fosa nasal izquierda con el dedo anular derecho y a la vez quite el pulgar derecho de la fosa nasal derecha. Exhale muy despacio por la fosa nasal derecha.

Luego reverse el proceso comenzando con la inhalación a través de la fosa nasal derecha. Esta es la etapa intermedia del pranayama sin retención de la respiración, y solo con inhalación y exhalación alternadas. Esta práctica puede continuar por otro mes. En el tercer mes, puede comenzar el pranayama más perfeccionado: Inhale como antes, a través de la fosa nasal izquierda. Retenga la respiración hasta que repita su Ishta Mantra una vez, y entonces exhale despacio.

La proporción de inhalación, retención y exhalación, se supone que debe ser de 1:4:2. Si se toma un segundo para inhalar, serán cuatro segundos para retener, y dos segundos para exhalar. Generalmente la cuenta de esta proporción se hace con lo que se llama matra, el cual es de unos 3 segundos, o el tiempo que se toma cantar OM tres veces, ni muy rápido, ni muy despacio. Inhale por un matra, retenga por cuatro matras y exhale por dos matras. No debe haber prisa en incrementar el tiempo de retención. Que usted esté cómodo durante la retención o no lo esté, es lo que se debe tener en cuenta para la duración de la retención. No debe haber sentimiento de asfixia en la retención. La regla aplicable a la asana, también es válida para el pranayama. Sthira y sukha, fácil y confortable, sin tirantez o dolor de ninguna clase, debe ser la práctica de la asana y el pranayama, la cual es un lento y gradual avance del proceso. La duración del pranayama depende de la condición individual del cuerpo, del tipo de sadhana que efectúe, y de la clase de vida que uno lleve.

Todos estos son factores importantes que deben tomarse en consideración. La variedad normal de pranayama en yoga es la descrita arriba, y se denomina ‘sukhapuraka’ (fácil de practicar). Los otros tipos de pranayama, tales como bhastrika, sitali, etc., son solo auxiliares, y no esenciales para el yoga de meditación. Hay muchos detalles que se discutenen el Hatha Yoga, que atañen al pranayama. Uno de ellos, por ejemplo, se refiere a que en la retención, es preferible hacer tres cierres (bandhatraya), que son mulabandha, uddiyanabandha y jalandharabandha. Pero todo esto no está directamente relacionado con el fin del yoga. El Pranayama no es la meta del yoga, sino solo un medio para llegar. En últimas, es la mente la que tiene que ser subyugada, y el pranayama, etc., son los preparativos. Cuando uno tiene cita con una autoridad elevada, debe superar muchos obstáculos, y debe satisfacer con sus credenciales a muchos niveles
inferiores. De la misma forma, tenemos esos guardias del sistema corporal, los pranas, que no se pueden eludir fácilmente. Se les debe dar su cuota. Debemos hacer algo con el cuerpo y los pranas, dándoles lo debido a su posición y función. Tenemos nuestros problemas sociales y también personales. Las situaciones sociales deben ser abordadas con la práctica de los yamas, y las personales deben calmarse con los niyamas. El prana es un asunto netamente personal y su regulación es una precondición para una disciplina más elevada. No se debe intentar una etapa más alta, a menos que la inferior haya sido atendida de manera apropiada. No hay saltos, sino un progreso gradual a través de cada una de las etapas, aunque una etapa pueda ser comparativamente insignificante. De esta manera, por la práctica del pranayama, se prepara el fundamento para un ritmo del cuerpo, mente, nervios y sentidos. Realmente el prana suena la alarma para
despertar todo en el sistema. Cuando el prana se activa, los poderes se despiertan.

Las diferenes escrituras de yoga detallan los métodos del pranayama con menor o mayor énfasis. El Hatha Yoga Pradipika, el más importante texto en Hatha Yoga, pone más énfasis en el pranayama que en la práctica de las asanas. Lo que somos físicamente, depende mucho de cómo trabajan nuestros pranas. Pranas saludables aseguran un cuerpo saludable. Se da por hecho, que no tomemos nada que vaya a irritar el sistema nervioso. El yoga prohibe todos los extremos en la práctica. Los pranas deben conservarse todo
el año, en toda condición climática y estados mentales. Los textos también aconsejan gran cuidado a los practicantes de yoga.

Había un sannyasin que leía libros sobre pranayama, y creía que todo estaba bien. A pesar de las instrucciones en contrario por parte de sus superiores, el Swami practicaba pranayama concentrando la mente en el centro de las cejas, lo cual no debe hacerse en las etapas iniciales, sin una guía experta. Una vez, estuvo en su práctica dentro de la habitación durante tres días, y sus compañeros lo dieron por desaparecido. Después de una búsqueda, se descubrió que la puerta estaba asegurada por dentro y que él se encontraba allí. Ningún grito pudo despertarlo y la puerta tuvo que ser derribada. Aún sacudiéndolo no volvía en sí; probablemente, sus pranas estaban bloqueados y no podían moverse arriba o abajo. Vino su Guru, y poniendo la palma de la mano sobre la frente del estudiante, pronunció la palabra OM tres veces. El
practicante volvió en sí. La gente pensaba que había alcanzado samadhi, mas, para sorpresa de todos, él era la misma persona de antes, con todos sus defectos, y no exhibía señales de alguien que ha experimentado samadhi. Después, a su muerte, su cuerpo estaba tan descompuesto y fundido, que no pudo levantarse, y tuvo que ser arrastrado. El estudiante no había tenido iluminación espiritual, y solo había caído en un enredo a causa del pranayama incorrecto, y al final dañó su salud. De ahí la insistente advertencia dada en todas las escrituras de yoga. El prana no debe ser forzado a concentrarse en ninguna parte del cuerpo. Uno no debe
concentrarse en ninguna parte del cuerpo por encima del cuello, especialmente en las primeras etapas. La
concentración en partes de la cabeza dirige el prana a ese sitio, el suministro de sangre se acelera en el área, y es entonces cuando, generalmente, las personas se quejan de dolor de cabeza, punzadas, y similares. No se debe frecuentar ninguna técnica meditativa con sinceridad, sin una apropiada iniciación. Tampoco se debe tener la impresión de que uno puede sanar a otros pasando el prana sobre sus cuerpos. Los principiantes no deben intentar esos métodos. Uno puede rogar a Dios por la salud o prosperidad de cualquier persona
a quien uno le desee bienestar, pero no debe poner la palma de la propia mano o pasar el prana sobre otra persona en las primeras etapas de práctica, o de lo contrario, podría salir perdiendo. Lo poco que haya uno ganado mediante el sadhana, puede agotarse con tales interferencias. Por entusiasmo, es probable que uno disipe su tapas en esa forma. En etapas avanzadas, cuando uno está lleno de poder, no existe, por supuesto, tal peligro, porque uno no puede agotar el océano por ninguna cantidad de agua que saque, solo si la reserva de agua es un pozo pequeño, hay peligro de que quede vacío. Esta es la razón por la cual muchos buscadores no permiten a la gente postrarse ante ellos y tocar sus piés. Esta regla no se aplica a las almas avanzadas, pero los sadhakas definitivamente deben ser cuidadosos. El arrastre gravitacional de la tierra, hala hacia abajo el prana, y éste tiende a pasar a través de las extremidades del cuerpo.

Los Brahmacharins y, algunas veces, también los Sannyasins, son vistos con frecuencia poniéndose sandalias de madera, las cuales no son conductoras de electricidad, como protección contra este suceso natural. Si alguien toca el pie de un estudiante, el prana que él ha conservado puede pasar al otro por el contacto. El prana puede agotarse por mala dirección o por uso exesivo. Que el pranayama continúe lento, y que nadie se acelere en la práctica.

El pranayama no debe practicarse después del alimento. Es mejor antes de las comidas, con el estómago vacío. No se debe producir ningún sonido durante la inhalación y la exhalación. Al estar sentados, es beneficioso estar vuelto hacia el Este o el Norte. Hay ciertas señales que indican el éxito que uno pueda tener en pranayama. No hay duda de que estas señales no pueden ser vistas en personas que han practicado la técnica por corto tiempo. Un brillo en el cuerpo, nueva energía, fuerza inusual, que no puede disminuirse fácilmente por fatiga, y ausencia de pesadez en el cuerpo, son algunas de las indicaciones de progreso en pranayama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.